lunes, marzo 30, 2009

House of the Dead

Guardad una bala para mí

Ninguna cara conocida para una nueva película de zombies. Para mí fue más una comedia, porque me reí de lo lindo. La "acción" tarda un poco en arrancar, y se supone que en esa primera media hora se nos presenta a los personajes (algunas al desnudo), pero de una forma tan nula que cuando empieza la acción ni sabemos quienes son ni nos importa lo que les pase.

El argumento es apasionante: 4 jóvenes muchachos se dirigen a una isla que no saben casi ni donde está, eso sí, tienen un mapa y se suben en un barco de un tipo que ni conocen para que les lleve a ese lugar, al llegar allí, ahí una gran fiesta, eso sí, sin gente y como no tienen nada mejor que hacer se ponen a investigar. Aunque la parejita más inteligente deciden quedarse dándose el lote, demostrando no haber visto ninguna película del género.

Con los pocos supervivientes que encuentran los jóvenes, que carecen de riego sanguíneo, emprenden una carrera con los zombies en la que misteriosamente pasan de correr delante de ellos como nenazas dando sollozos a enfrentarse con ellos sacando morritos y sin que les tiemble ni una pestaña, con todo tipo de armas (pistolas, metralletas, granadas e incluso duelos con espadas que dejan en ridículo a la mismísima Kill Bill). Por si esto fuera poca guasa, se atreven a emplear el cuerpo a cuerpo, con un repertorio de patadas que ni Van-Damme, deshaciéndose de los zombies como quien se quita las pelotillas de los dedos de los pies.

Acompañan a las coreografías con armas, sesiones de música techno propias de cualquier pastillero (en la que lo más gracioso es que en plena acción se acaba la canción y empieza la siguiente, como si de un cd se tratase), con imágenes epilépticas, giros de cámara alrededor de los personajes (como si estuvieramos ante la cabecera de una serie o la elección de nuestro personaje en un videojuego), imágenes relentizadas de balas y patadas, al estilo "MatriX", que sólo logran hundirla más ante la evidente precariedad de medios. Para no gastarse ni un duro, meten imágenes del videojuego al mostrarnos la muerte de los zombies. Mención aparte a los escenarios, he visto "pasajes del terror" más conseguidos.

En fin, un absurdo continuo en el que por supuesto la mejor forma de quedar entre los supervivientes es tener la talla se sujetador mas grande, en la que podemos entretenernos viendo la cantidad de subnormalidades que nos presentan, e incluso "gags" (no pretendidos). Es por eso que se podría elaborar todo un dossier analizando la cinta, así que yo sólo os narro unas pinceladas de este mojón que pasará a la historia y todo ser humano debe ver.

Lo mejor y lo peor: es tan mala que se hace inolvidable.

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